Taxi Teheran es una sorpresa de principio a fin, una delicia permanente, una lección de cine y una ocasión excelente para meditar. Porque en un mundo (y un sector artístico concreto, el del cine) dominado por el estrépito, lo ampuloso, los juegos artificiales (de artificio), lo banal y tantas otras cosas que tenemos al alcance de la vista, Jafar Panahi elabora un prodigio de sencillez, honestidad, claridad, sinceridad.
Es el minimalismo llevado al cine. Apenas hay nada: un taxi y su conductor. Y, naturalmente, los pasajeros que suben al vehículo. Con tan escuetos mimbres, el director iraní elabora una increíble historia prácticamente sin guión, sin decorados, sin cámaras, sin efectos especiales. Ahí está Teheran, una ciudad que nos parece de otro mundo desde que gobiernan los ayatollah pero que a través de la magia de Panahi se nos acercará misteriosamente para quedar a nuestro alcance todo lo que hay en ella, lo que sienten sus habitantes y lo que late en el trasfondo de una ciudad milenaria.
Él se lo hace todo y el resultado es tan sorprendente que la película arrasó en el festival de Berlin 2015 donde ganó el oso de oro al mejor largometraje y el premio de la FIPRESCI, la asociación de críticos. La película tiene una duración de 82 minutos y se proyectará este miércoles, 20 de enero, n versión original con subtítulos en español.
Previamente se pasará el cortometraje Los galgos, de Gabriel Azorín. Las sesiones, como siempre, a las 17, 19,30 y 22 horas, en Multicines Odeón.