“Las distancias”, el segundo largometraje de ficción de Elena Trapé, que contará con la presencia a las siete de la tarde en la Sala 5 de los Multicines del actor Bruno Sevilla, “Petra”, la nueva película de Jaime Rosales, a la que arroparán su productora Bárbara Díez y su montadora Lucía Casal a las diez de la noche también en la sala 5, y un nuevo pase, a las siete y media en la Sala 3, de “Entre dos aguas” el film de Isaki Lacuesta que ya pudo verse el martes, configuran la oferta este viernes de la ya cuarta jornada de la Semana de Cine de Cuenca completada con los cortos “Etiqueta negra” de David Vergés (a las siete en la 5) y “La noria” de Carlos Baena (a las diez también en la 5) con la presencia del productor Marcos Fajardo.
En “Las distancias”, su segundo largometraje de ficción, galardonado con la Biznaga de Oro a la mejor película y con las Biznagas de Plata a la mejor dirección y a la mejor actriz (Alexandra Jiménez) en el Festival de Málaga de este año, Elena Trapé cambia el universo de la adolescencia al que se acercó en su primer trabajo, “Blog”, por el de los adultos rumbo a los cuarenta pero no abandona su propósito de ahondar en el sentimiento de desorientación que afrontan sus personajes –aquéllos y éstos– respecto a su lugar en el mundo en esos diferentes tramos temporales de su vida. Trapé acerca la cámara a los protagonistas de su nueva historia –un grupo de amigos que se citan en Berlín con ocasión del treinta y cinco cumpleaños de uno de ellos residente en esa ciudad– para con ella inspeccionar, como ha señalado Beatriz Martínez en Fotogramas, “cada detalle, cada mirada, componiendo una atmósfera que se va volviendo cada vez más opresiva e incómoda a la vez que profundamente introspectiva, creando una implacable crónica en torno al desencanto de la edad adulta”.
“Petra”, la nueva película de Jaime Rosales, nominada al mejor guión en los Premios Fénix y en de los del Cine Europeo en el apartado de mejor actriz (Bárbara Lennie), maneja un material dramático que Carlos Boyero no dudaba en su crónica para el diario El País en calificar de volcánico y truculento pero, como a continuación puntualiza, “sin que jamás aparezca el grito ni el llanto” en un hacer fílmico en el que la violencia estaría siempre soterrada mediante un tratamiento en el que “se desdeña el uso de los primeros planos para retratar emociones, la cámara está en suave aunque continuo movimiento” y “los diálogos tienen vocación de sobriedad”, y que “no pretende en ningún momento manipular al espectador y deja mucho espacio a su imaginación”. Junto al general reconocimiento al trabajo en el film de Bárbara Lennie en un reparto que incluye también nombres tan prestigiados como, entre otros, los de Marisa Paredes o Petra Martínez ha habido una generalizada convergencia de opiniones sobre el buen trabajo de un actor no profesional, Joan Botey, por su composición del que, volviendo al texto de Boyero sería “uno de los malvados más gélidos, venenosos, cínicos y despiadados que he visto en una pantalla”
Como ya se ha señalado la Semana ofrece también en esta jornada una nueva proyección de “Entre dos aguas” el film de Isaki Lacuesta que se llevaba tanto la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián de este año como el galardón principal, el Astor de Oro, del Festival Internacional de Mar de Plata donde también consiguió el premio al mejor actor para Israel Gómez Romero. Lacuesta, sin duda uno de los realizadores más interesantes de nuestro cine, y cuya obra fluctúa entre el documento y la ficción explorando con peculiar acierto los límites de la creación cinematográfica, se reencuentra con los hermanos Gómez Romero –Isra y Cheíto– doce años después de haberlos retratado de adolescentes en “La leyenda del tiempo” para, volviendo a partir de lo real crear ficción o, por decirlo mejor, conseguir, en palabras de Carlos Loureda en Fotogramas, que “su ficción se convierta en la realidad del espectador”.
Por su parte “Etiqueta negra”, tercer cortometraje de David Vergés es una historia de amor y máscaras. En comandita con la diseñadora de moda Teresa Helbig, en el que es su primer corto de ficción en común pero no precisamente su primera colaboración, Vergés nos propone una historia entre el cine negro y el musical en la que la moda –el conocido “Helbig Gang” de aquélla– se integra para hacer aún más surrealista si cabe lo que nos cuenta. El film ha sido galardonado con los premios a la mejor dirección de producción, la mejor dirección artística, el mejor vestuario y la mejor música original en el Cortogenia 2017, con el Segundo Premio de la Semana de Cine de Melilla y el primer premio Alex Angulo, la distinción principal del Festival de Cortos Korterraza de Vitoria.
A su vez “La noria”, coproducción hispano-norteamericana, es el debut como realizador cinematográfico del grancanario Carlos Baena, prestigiosos animador afincado desde 1994 en Estados Unidos donde ha trabajado para estudios como Industrial Light&Magis, Paramonut o Pixar, colaborando en films como “Buscando a Nemo”, “los increíbles”, “Cars”, “Ratatouille”, “Toy Story 3”. “Monstruos University” o “Wall-E”. Se trata de un corto de, como era de esperar, animación, en concreto animación 3d, que combina el horror con el suspense y la emoción con una estética a caballo entre el cartoon y el realismo. Llevado a cabo mediante colaboración online con distintos artistas internacionales su historial está plagado de distinciones en citas tanto dentro de nuestro país (Sevilla, Donostia, Granollers, Molins del Rei, por ejemplo) como en Estados Unidos, Canadá, México, Alemania o Suecia.