El Cine Club Chaplin presenta esta semana una película que puede ilustrar muy bien la dramática situación que se vive en una zona muy concreta del mundo, la que corresponde a Israel y Palestina, con el estado de permanente violencia latente que, en ocasiones, alcanza estallidos como el conocido hace apenas un par de semanas.
Foxtrot, dirigida por el israelí Samuel Maoz, aunque coproducida también por Francia y Alemania, mantiene una posición muy crítica hacia la postura oficial del radical gobierno actual de Tel Aviv, cuya violenta forma de actuar está produciendo situaciones muy graves.
La película se centra en un matrimonio, los Feldman, cuando reciben la noticia de que su hijo ha muerto mientras hacía el servicio militar en un lejano puesto de vigilancia. Este hecho, dramático y personal, les obliga a entablar un proceso de análisis acerca de lo que está pasando y de cuales pueden ser las formas razonables de encontrar un sistema de convivencia entre judíos y musulmanes.
El foxtrot es un baile que se caracteriza porque termina en el mismo punto en que empieza, y eso viene a decirnos Samuel Maoz en su película: esta es una situación repetitiva, de la que nadie parece querer o poder salir.
Hay que señalar que la película, que ganó el gran premio del jurado en el festival de Venecia, no ha gustado nada al gobierno israelí, lo que ha derivado en dificultades para su director.
Foxtrot tiene una duración de 113 minutos y se proyectará este miércoles, día 23 de mayo, en la Sala Cinco de Multicines Odeón, en versión original subtitulada.