Sparrows (Gorriones) ganó la Concha de oro en el festival de San Sebastián del año pasado. Con esa distinción, el jurado donostiarra quiso reconocer los méritos de una película nada convencional, procedente de países escandinavos (es una coproducción entre Islandia y Dinamarca, junto con Croacia) y firmada por un director prácticamente desconocido, Rúnar Runarsson, con una pequeña experiencia como cortometrajista y documentalista.
El ambiente en que se rodó Sparrows es el de Islandia, quizá uno de los territorios más fríos y aislados de Europa, con unas condiciones climáticas y sociales que tienen una evidente incidencia en el comportamiento de los seres humanos.
Ahí se encuentra un adolescente de 16 años, que tras haber estado viviendo con su madre en la capital del país, tiene que volver con su padre, que vive en un lugar remoto, donde los fiordos occidentales. De esa manera, para el joven Ari no solo se va a producir un cambio de ambientación geográfica sino también de convivencia, obligado a tener que conocer a un padre con el que no es fácil relacionarse, además de reencontrar a sus antiguos amigos de la infancia, también ya muy cambiados.
Sparrows tiene una duración de 99 minutos y se proyecta en el Cine Club Chaplin este miércoles, 14 de diciembre, en versión original subtitulada, en sesiones de las 17, 19,30 y 22 horas, en la Sala Cinco de Multicines Odeón Cuenca.