La película que esta semana proyecta el Cineclub Chaplin nos da la oportunidad de conocer algo de uno de los países más misteriosos que existen en el mundo, Bután, situado junto a Nepal en las cumbres del Himalaya, entre China y la India. Tras una historia tan misteriosa como conflictiva, el país fue colonizado por los británicos, hasta obtener su independencia en 1949 estableciéndose una monarquía absoluta transformada en fechas recientes en parlamentaria. En 2007 se celebraron las primeras elecciones democráticas y ese hecho alarmó a un inocente y precavido lama que, temeroso de la llegada del caos y la violencia, encarga a un monje que busque un arma para defenderse de los presuntos asaltantes del pacífico convento. El joven cumple el encargo y, efectivamente, encuentra el arma, una valiosa pieza de museo que despierta el interés avaricioso de un coleccionista occidental. La historia de El monje y el rifle es sencilla y aleccionadora, con algo de sátira y un amable toque humorístico, entre los dos polos marcados por la inocencia de unos y la pillería de otros, desarrollada además en un ambiente de bellísima naturaleza en el que toman forma costumbres ancestrales muy llamativas. La película ha sido dirigida por Pawo Choyning Dorji en la que ha sido una de las primeras producciones cinematográficas del sencillo país butanés. El monje y el rifle tiene una duración de 107 minutos y podrá verse este miércoles, 12 de marzo, dentro de la programación del Cineclub Chaplin, en la Sala Cinco de Multicines Odeón, a las 17, 19,30 y 22 horas, en versión original subtitulada en español.
