Siempre ha sido importante y valiosa la capacidad del cine para recoger y reflejar lo que la realidad inmediata ofrece en cada momento, en cada circunstancia. De esa forma, el cine se convierte en continuación o ampliación de lo que podemos encontrar diariamente en las páginas de los periódicos. La película que llega esta semana al Cine Club Chaplin es un buen ejemplo: en un lugar retirado de la costa chilena conviven cuatro hombres bajo la mirada de una cuidadora. Son sacerdotes obligados por la jerarquía a pasar una temporada de aislamiento y meditación. Sobre ellos pesa la culpa de haber abusado sexualmente de niños de su entorno. Ahora forman un club de pecadores marginados, al que llega un quinto miembro, que va a romper la monotonía del lugar. Con El Club, el chileno Pablo Larraín ofrece una estructura narrativa seca, austera, rigurosa, como corresponde a esa temática abrupta que nos viene golpeando continuamente y que, en este caso, sirve también para confirmar el compromiso político del director. La película ganó el Gran Premio del Jurado en el festival de Berlín y estuvo nominada al oscar como mejor película de habla no inglesa, además de recibir otro muchos galardones en diferentes festivales. Tiene una duración de 98 minutos y se proyectará este miércoles, 9 de marzo, en Multicines Odeón en sesiones a las 17, 19,30 y 22 horas. Previamente se pasará el cortometraje La propina, de Esteban Crespo.