Hay películas que se basan por completo en una acción incontenible que no deja al espectador ni un segundo para respirar y hay otras que hacen exactamente lo contrario: reflejan la placidez absoluta, el sosiego, por el que discurren pensamientos y diálogos. Para ello, por lo general, hace falta contar con algunos actores de carácter insuperable; por ejemplo, dos monstruos de la interpretación como Vanessa Redgrave y Timothy Spall que tienen a su cargo, de manera casi exclusiva, el desarrollo de un diálogo con el que escenifican la situación de un pintor de reconocido prestigio, especializado en un tema dominante, el paisaje industrial del norte de Inglaterra y su madre, una mujer adusta y criticona, obligada a permanecer encerrada en una habitación. La señora Lowry e hijo ha sido dirigida por Adrian Noble, tiene una duración de 91 minutos y se proyectará este miércoles, 5 de mayo, en versión original subtitulada, a las 18 y 20,30 horas, en las Salas 4 y 5 de Multicines Odeón Cuenca, dentro de la programación del Cineclub Chaplin.
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