Título original: Cat people. Nacionalidad: Estados Unidos. Director: Jacques Tourneur (1942). Producción: RKORadio Pictures. Productor: Val Lewton. Guión: Hewitt Bodeen. Fotografía: Nicholas Musuraca, en blanco y negro. Director artístico: Albert S. D’Agostino. Música: Roy Webb y Constantin Bakaleinikoff. Montaje: Mark Robson. Actores: Simone Simon (Irena), Kent Smith (Oliver Reed), Tom Conway (Dr. Judd), JaneRandolph (Alice), Jack Holt (Commodore), Alan Napier (Carver), Elizabeth Dunne (Miss Plunkett), Elizabet Russell (La mujer felina) Duración: 73 minutos Versión original con subtítulos en español
Viejas leyendas de los Balcanes cuentan que, por una singular maldición, algunas mujeres nacen con instintos felinos, que en ciertas circunstancias se materializan. Irena, una joven serbia residente en Nueva York, cree que la leyenda se ha encarnado en ella y aunque su marido y el psiquiatra que la está tratando intentan alejar esa obsesión, ella está convencida de que el viejo atavismo se hará realidad.
Cuarenta años después de su muerte, Jacques Tourneur sigue siendo considerado como uno de los directores más interesantes de su época, dentro de un carácter independiente que le tuvo alejado de los grandes estudios y los mecanismos de las superproducciones, dedicado de manera singular a realizar una serie de pequeñas y valiosas obras maestras, entre las que ocupa un lugar de honor La mujer pantera, seguramente la que le dio mayor popularidad, aunque también son muy meritorias otras, algunas englobadas en el género de lo fantástico con derivaciones psicológicas aunque no falta algún thriller y otra del oeste. Hijo del también realizador Maurice Tourner, Jacques nació en Paris en 1904 y murió en Bergerac en 1977. Afincado en Estados Unidos, en 1919 adquirió la nacionalidad. Su vinculación con el cine arranca en 1924 al entrar a trabajar como empleado en las ofi cinas de la Metro en Culver City y más tarde empezó a participar como extra en el rodaje de algunas películas de la marca. A partir de 1930 trabaja como montador y al año siguiente encuentra la oportunidad de dirigir por primera vez, en su Francia natal, Tout ça ne vaut paas l’amour, título al que siguen otros -el más conocido, Toto (1933)- antes de regresar a Estados Unidos e iniciar la que habría de ser su definitiva trayectoria como autor cinematográfi co.
Entre 1936 y 1939 dirige una veintena de cortometrajes y en el último año citado fi rma su primer largo americano: They all come out. Tras una primera etapa con contrato en la MGM a la que sigue otro periodo con la RKO, Tourneur pasa a trabajar para pequeñas compañías independientes y así va jalonando su actividad con una serie de títulos de enorme valor artístico, entre los que podemos citar PhantomRaiders (1940), I walked with a zombie (1943, conocida modernamente gracias a su repetida proyección en TV y su versión en DVD), The Leopard Man (1943), Noche en el alma (1944), Tierra generosa (1946), Retorno al pasado (1947), Berlin Express (1948), El halcón y la flecha (1950), La mujer pirata (1951), Martín el gaucho (1952), Cita en Honduras (1953), Una pistola al amanecer (1956), Night of the Demon (1957), Furia salvaje (1958), Fury Rivers (1958), Mission of Danger (1959) y The comedy of terrors (1963), La ciudad sumergida (1965), su última película. Al comienzo de su carrera en Hollywood firmó La pantera negra, considerada desde el principio como una obra muy personal y película de culto para varias generaciones de afi cionados, cualidades que mantiene todavía hoy. Hay en ella, desde luego, un magnífico contenido en que se combinan la magia y el misterio, a través de un sugerente tratamiento de la imagen en blanco y negro, que acentúa los componentes esotéricos de la historia, hoy un tanto difuminados a causa de la espectacular evolución de los conceptos terroríficos desarrollados por el cine moderno pero suficientes para mantener aún su espíritu inquietante, al que contribuye la presencia de una actriz tan enigmática como Simone Simon