Las películas procedentes de los países controlados por el rigor islámico suelen responder en general a un esquema “limpio”, en el que no caben escenas tortuosas como van siendo habituales en el cine occidental. En concreto, en esas películas es casi imposible encontrar una escena erótica o que recoja acciones de sexualidad explícita. La joven directora tunecina Leyla Bouzid se sale ligeramente de ese esquema y sin llegar, desde luego, a los atrevimientos visuales que ya son normales en cualquier película occidental, busca la forma de ser un poco más directa en cuestiones que, como el título de su película, Una historia de amor y deseo, tienen que ver con los comportamientos habituales de los seres humanos. La historia se ambienta en París y tiene como protagonistas a dos jóvenes estudiantes norteafricanos que además de dedicarse a las actividades que les corresponden van a descubrir el amor y el deseo, él desde posiciones poéticas e idealistas, ella desde una necesidad más corporal y directa. Una historia de amor y deseo tiene una duración de 102 minutos y podrá verse dentro de la programación del Cineclub Chaplin, este miércoles, 22 de marzo, en la Sala Cinco de Multicines Odeón Cuenca, a las 17, 19,30 y 22 horas.