Un minuto de gloria, la película que llega al Cine Club Chaplin este miércoles nos da la oportunidad de dirigir una mirada a la cinematografía de un país, Bulgaria, de escasa presencia en las salas occidentales, de la misma manera que a la opinión pública apenas si llegan noticias de allí, pese a estar geográficamente tan cerca e incluso formar parte de la Unión Europea. Dirige la película Kristina Grozeva, que articula un relato muy cercano a las formulaciones del neorrealismo de la posguerra italiana. A partir de una anécdota casi intrascendente (un trabajador del ferrocarril encuentra un millón de levs en las vías del tren y lo devuelve), asistiremos al curioso y esperpéntico desarrollo de una trama en la que se van a enfrentar la burocracia oficial de un régimen envuelto en la corrupción y los deseos del pobre hombre de que respeten su dignidad. Es una historia sencilla, extraída de la cotidianeidad y envuelta en un halo de humanismo poético que la hace estar muy cercana al espectador. Un minuto de gloria tiene una duración de 101 minutos y se proyectará este miércoles, día 13, a las 17, 19,30 y 22 horas, en la Sala Cinco de Multicines Odeón, en versión original subtitulada en español.