El cine nació en 1895, de la mano de dos hermanos, Auguste y Louis Lumière, que un feliz día de diciembre organizaron en Paris la primera proyección de sus películas. Fue una jornada memorable que nos trae hasta hoy, a través de una trayectoria apasionante que ha convertido aquel aparente festejo ferial en un arte complejo y enriquecedor.
La película que esta semana proyecta el Cine Club Chaplin es un homenaje emocionado a los hermanos Lumière, a la vez que una fabulosa lección de historia del cine.
¡Lumière! Comienza la aventura es una obra de difícil clasificación. No es una historia de ficción, no es un documental, no es un biopic biográfico pero sí es una genial recreación de una época, un arte, unas personas. La ha elaborado un gran experto, Thierry Frémaux, teórico e historiador del cine pero también delegado general del festival de Cannes y, por tanto, involucrado en lo que sucede actualmente, día a día, en el mundo de las imágenes y sus artífices.
Tomando como punto de partida las 1.422 películas que rodaron los Lumière, Frémaux ha seleccionado 108 de ellas para llevar a cabo un montaje ciertamente espectacular, en el que coexisten el sentido didáctico con el lúdico, para conseguir una película actual, sumamente divertida y a la vez aleccionadora, con muy sabrosas observaciones sobre el cine en general.
¡Lumière! Comienza la aventura tiene una duración de 89 minutos y podrá verse este miércoles, día 14, en la Sala Cinco de Multicines Odeón, en versión original con subtítulos en español..