El Cine-Club Chaplin abre esta semana su pantalla para recibir una obra singular, en cuya elaboración han coincidido dos grandes personalidades de la creación artística. Por un lado, el fotógrafo Sebastiao Salgado (Premio Príncipe de Asturias de las Artes 1998), por otro el director cinematográfico Wim Wenders, cada vez más interesado por el cine documental, el más apegado a la realidad del momento, al que se viene dedicando intensamente tras una larga trayectoria en que acumula varios títulos emblemáticos del cine moderno.
De la unidad de estas personalidades surge La sal de la tierra, mucho más que un documental, más aún que un film etnográfico. Se trata de un acercamiento íntimo, para muchos un auténtico descubrimiento, de parajes del planeta en que aún perviven tierras vírgenes, animales salvajes, poblaciones humanas en la más primitiva habitación.
La cercanía de nuestro mundo civilizado, tecnocrático y masificado nos hace olvidar que hay otros rincones del planeta donde aún perviven maravillas inimaginables. Esto es lo que hacen Salgado y Wenders: un gran tributo a la belleza del planeta. La película ganó el premio especial del jurado en el festival de Cannes y el premio del público en el de San Sebastián. Tiene una duración de 100 minutos y se proyectará este miércoles, 18 de febrero, a las 17, 19,30 y 22 horas, en la Sala Cinco de Multicines Odeón Cuenca. Previamente se proyectará un cortometraje.