He aquí un título que puede resultar engañoso. Aparenta ofrecer, tras esas palabras iniciales una comedia dulzona y tontorrona, llena de boberías juveniles, al gusto del más insípido cine yanqui. Conviene no dejarse llevar por impresiones erróneas tomadas a la ligera. En realidad, Joven y bonita viene a ser una nueva etapa en el largo camino emprendido ya hace años por el director François Ozon para ofrecernos una mirada amplia, abarcadora y en ocasiones enigmática, sobre la controvertida condición humana, la actual, la de nuestro tiempo. Hay en las películas de Ozon personajes de extrema complejidad sensitiva, y eso ocurre también en esta figura juvenil interpretada por Marine Vacht, a la búsqueda de su propia identidad interior, la de alguien que, casi sin saberlo, quiere romper esquemas, dejándose llevar por las intuiciones y la libertad, provocadora, rupturista, atrevida y, sin embargo, desconcertada por su inocencia recién perdida. Joven y bonita tiene una duración de 95 minutos y podrá verse en versión original subtitulada en español este miércoles día 7 de mayo, en la Sala Cinco de Multicines Odeón Cuenca, en sesiones, de las 17, 19,30 y 22 horas.