Una de las grandes sorpresas en la entrega de los premios Oscar que tendrá lugar dentro de unos días es la ausencia en el apartado de mejor película de habla no inglesa de la finlandesa Fallen Leaves, obra maestra del ya veterano director Aki Kaurismäki y una de las mejores películas, si no es la mejor de todas, del año 2023, a juicio de la mayor parte de la crítica de todo el mundo. Está claro que los votantes de los Óscar o no tienen el peculiar sentido del humor (un tanto negro, hay que reconocerlo) que es propio de la mentalidad nórdica o carecen de sensibilidad suficiente para apreciar el hondo valor de una historia profundamente humana y que, como ha escrito uno de esos críticos de reputado mérito siempre será una historia de amor definitiva a sus personajes y al cine. Por las sombrías y generalmente tristes calle de la fría Helsinki pasan una mujer soltera y solitaria que trabaja con un contrato basura en un supermercado de barrio y un anónimo trabajador de oficio indefinido y vocación de alcohólico. Son dos perdedores que se encuentran al azar y piensan que a lo mejor sería posible encontrar la victoria final si entablan una aparente relación imposible. Fallen leaves (Hojas caídas, en español) es una historia de seres humanos que hablan un lenguaje humano. No hay efectos especiales, ni persecuciones de coches, ni violencia gratuita. Es, sencillamente, una grandísima película, aunque en Hollywood prefieran otras cosas. Fallen leaves tiene una duración de 81 minutos y se proyectará este miércoles, 14 de febrero, Día de San Valentín y de los enamorados, en versión original subtitulada, en sesiones a las 17, 19,30 y 22 horas en la Sala Cinco de Multicines Odeón Cuenca.