Título original: Detachment. Director: Tony Kaye (2011). Nacionalidad: Estados Unidos.
Productores: Bingo Gubelmann, Benji Kohn, Carl Lund, Chris Papavasiliou, Greg Shapiro y Austin Stark. Guion: Carl Lund. Fotografía: Tony Kaye. Diseño de producción: Jade Healy. Música: The Newton Brothers. Montaje: Peter Goddard
Actores: Adrien Brody (Henry Barthes), Marcia Gay Harden (Carol Dearden), Christina Hendricks (Sarah Madison), Bryan Cranston (Sr. Dearden), William Petersen (Sr. Kepler), Tim Blake Nelson (Sr. Wiatt), Betty Kaye (Meredith), Sami Gayle (Erica), Lucy Liu (Dra. Doris Parker), Blythe Danner (Sra. Perkins), James Caan (Charles Seaboldt)
Duración: 100 minutos Versión original con subtítulos en español
A estas alturas casi podría hablarse ya de un subgénero cinematográfico en torno al mundo de la educación o, más singularmente, de la escuela (desde El club de los poetas muertos a Los chicos del coro, pasando por un larguísimo y variado repertorio) planteado, por lo general, a partir de unas premisas casi tópicas: un grupo estudiantil conflictivo, complicado, quizá en situación de desarraigo social, al que llega un profesor animoso, ilusionado, utópico (también quizá) con el empeño de mejorar la situación que encuentra.
A esos parámetros responde, en líneas generales, El profesor, con algunos detalles añadidos que marcan considerables variaciones sobre el esquema básico y que tienen mucho que ver con la personalidad del director, Tony Kaye (Londres, 1952), llegado al cine tras una larga experiencia en la grabación de video clips musicales, entre los que se cuentan algunos premiados con los Grammy, entre ellos, el último, dedicado a Johnny Cash. Pasó al cine en 1998 con una película ciertamente de impacto, American History X, un argumento terrible, durísimo, en torno a los ambientes juveniles filonazis americanos, en el que Edward Norton ponía imagen al protagonista; en 2010 rodó Black water transit, no estrenada en España y a ella sigue El profesor. Entre unas y otras fi guran también varios documentales vistos por lo general en festivales especializados. Con todo ello podemos sintetizar la personalidad de Tony Kaye englobándolo en el grupo de los directores americanos de marcado espíritu independiente, lo que no es obstáculo para adaptarse sin problemas a trabajar en el seno de la industria más mercantilizada del mundo pero en la que, paradójicamente, pueden encontrarse sufi cientes márgenes para el trabajo creativo como desde siempre se ha podido comprobar. Hablando de esta película, Kaye reconoce que le gustan y atraen los temas sociales y por ello, en este caso, explora el sector educativo, mientras que American History X afrontaba el racismo, Lake of fi re es un documental sobre el aborto y Black water transit trata del medio ambiente. En El Profesor la interesa tanto la familia como la escuela y por ello trata indistintamente la paternidad como la enseñanza y explica sobre su método de trabajo: “No considero que mi trabajo sea estilizado, pero es verdad que la mayoría de espectadores piensa que mi cine tiene un aspecto particular. Solo me esfuerzo en que parezca real, que las situaciones sean auténticas. Intento captar emociones verdaderas. No me gusta la interpretación. No me gustan las cosas que no parecen auténticas. Me limito a explorar las cualidades mentales y morales de los individuos que están ante la cámara”.