El caso Goldman, la película que esta semana ocupa la sesión número 1781 del Cineclub Chaplin, encaja plenamente en el territorio, tan fecundo en el cine, de las películas realizadas en ambientes judiciales, con títulos memorables (seguramente en el recuerdo de todos los espectadores) y otros más recientes que siguen enriqueciendo el repertorio. En este caso, el punto de partida es una historia real, la de un intelectual izquierdista francés que se ve implicado en varios atracos, uno de ellos con el resultado de dos muertes. La investigación policial y sobre todo la actuación de la fiscalía va orientada, como en tantos otros casos, no a descubrir la verdad sino a concretar una acusación de culpabilidad sin reparar en los medios. De esta manera, el juicio primero y la revisión posterior se convierten en un espectáculo en el que intervienen múltiples factores, tanto personales como políticos, porque la izquierda se siente acosada en uno de sus partidarios. El director, Cédric Kahn, ha realizado una construcción muy sólida, realmente solvente, con un desarrollo de los que se sigue con total tensión a lo largo de las sucesivas intervenciones de unos y de otros, siempre con la presencia de la ley y la justicia como protagonistas absolutos, no siempre respetados y muchas veces zarandeados. El caso Goldman tiene una duración de 116 minutos y se proyectará este miércoles, 17 de abril, en versión original subtitulada, en sesiones a las 17, 19,30 y 22 horas en la Sala Cinco de Multicines Odeón Cuenca.