Un extraordinario documental sobre la memoria colectiva y la importancia, más aún, la necesidad de preservarla a través de las imágenes que marcan la evolución del cine, es la propuesta que esta semana ofrece el Cineclub Chaplin dentro de su programación habitual. El minucioso trabajo desarrollado por Inés Toharia Terán (Madrid, 1975) permite al espectador adentrarse en caminos todavía no explorados, porque aunque a veces parece que lo sabemos todo de un tema o una cuestión, la realidad es que siempre es posible la sorpresa y el descubrimiento de aspectos desconocidos. Y ello es así a pesar de que una buena parte del patrimonio filmado ha desaparecido para siempre, destruido por las acciones implacables del tiempo y de la desidia humana, pero a pesar de esa realidad (similar, por cierto, a lo que ocurre en otros sectores del patrimonio) hay una auténtica legión de personas que trabajan para mantener lo que existe y recuperar lo que aún sea posible. En el documental, archivistas audiovisuales, técnicos y cineastas de diversos lugares del mundo nos explican la importancia de preservar el patrimonio filmado. De esa manera, y como dice el título de la película que hoy llega al Cineclub Chaplin, Cine, registro vivo de nuestra memoria, es un amplio muestrario de lo que conviene saber y conservar. Tiene una duración de 119 minutos y se proyectará este miércoles, 5 de junio, en sesiones a las 17, 19,30 y 22 horas en la Sala Cinco de Multicines Odeón Cuenca.