Se podría simplificar la temática de Black Dog diciendo que es la historia de un hombre y su perro, lo cual es aproximadamente cierto, porque ambos seres vivos son los protagonistas de esta película china que esta semana llega al Cineclub Chaplin, pero decir eso sería algo muy simple, porque el director Guan Hu (Beijing, 1968), uno de los nombres más interesantes y renovadores del nuevo cine chino, propone algo mucho más profundo y, desde luego, digno de una observación detenida por parte de los espectadores que no quieran quedarse solo en la superficie de las cosas. Black Dog está ambientada en un paisaje desolado, el desierto de Gobi, en los confines de China y, desde luego, muy lejos de ese mundo tecnificado y abrumador que nos transmiten habitualmente los medios informativos. A ese ambiente árido, dominado por la soledad ambiental y humana, regresa en busca de refugio un hombre que ha sido excarcelado y que huye del ambiente denso de un país que se dispone a vivir unos Juegos Olímpicos. La ciudad que ahora encuentra, la suya, se encuentra en situación de abandono, amenazada por la ruina; es ahí donde aparece el perro negro que será el compañero fiel de este hombre en su recorrido vital a la búsqueda del pasado pero también al reencuentro de un presente que se le ofrece descarnado y hostil. Black Dog tiene una duración de 110 minutos y se proyectará en versión original subtitulada en español, este miércoles, 26 de noviembre, en la Sala 5 de Multicines Odeón Cuenca, en sesiones a las 17, 19,30 y 22 horas.







