Isabel Coixet se ha ido ganando, a fuerza de películas, un prestigio considerable como directora, junto con la generalizada idea de que no es nada fácil acercase a su cine. Títulos como A los que aman, Mi vida sin mí, La vida secreta de las palabras o Mi otro yo, avalan esa idea de dificultad comprensiva que hasta ahora venía acompañando su forma de entender la creatividad fílmica.
Hasta ahora. Porque Aprendiendo a conducir es exactamente lo contrario: clara, diáfana, amable, simpática incluso, en torno a dos personajes desarraigados que coinciden en Manhattan. Él es taxista, un hindú sin papeles que intenta comprender la forma de vivir americana. Ella es una escritora cuyo matrimonio hace aguas y que en ese trance decide aprender a conducir.
Dos excepcionales intérpretes, Ben Kingsley y Patricia Clarkson llevan en volandas esta historia que ocupará la sesión número 1498 del Cine Club Chaplin, este miércoles, día 21 de octubre.
Con una duración de 90 minutos, la película se proyectará en versión original subtitulada en español a las 17, 19,30 y 22 horas, en la Sala Cinco de Multicines Odeón Cuenca.