No es fácil encontrar comedias en el panorama del cine actual y mucho menos que además sean buenas e interesantes, aunque sí abundan vulgares remedos en que se engarzan tonterías y vulgaridades que, encima, tienen poca gracia. Increíble, pero cierto, la película que se proyecta en el Cineclub Chaplin esta semana puede ser considerada una comedia, aunque con derivaciones argumentales que la relacionan con el cine del absurdo a través de escenas disparatadas y diálogos extravagantes, características que son las habituales en su director, Quentin Dupieux, que en las películas ofrecidas hasta ahora ha puesto de relieve cuáles son las cosas que le interesan y también de qué modo se encuentra a gusto caminando por ese territorio en el que cabe todo lo que su imaginación le sugiere. El protagonismo de la película corresponde a una pareja ya madura que consiguen adquirir la que les parece la casa perfecta, pues lo tiene todo, incluido un misterioso sótano que les ofrece extrañas posibilidades, incluyendo un sugerente juego entre el presente y el pasado. A partir de ahí, lo que sucede en la película es totalmente inesperado y las escenas se suceden unas a otras provocando lo que quiere el director, o sea, el hartazgo de unos espectadores y la íntima satisfacción de otros. Increíble, pero cierto, tiene una duración de 74 minutos y se proyectará este miércoles, 25 de octubre, en sesiones a las 17, 19,30 y 22 horas en la Sala Cinco de Multicines Odeón Cuenca.