Carlos Vermut hizo una espectacular entrada en el cine con Magical Girl (2014), un excelente retrato de la condición humana y de sus ingredientes más oscuros, incluso sórdidos, y a esa tendencia vuelve ahora, con su cuarta película, Mantícora, llamada también a introducir algún que otro sobresalto en el ánimo de los pacíficos espectadores. Por ello, y como cosa natural, la película formó parte de la programación del último festival de Sitges especializado, como saben todos los cinéfilos, en cine fantástico, de terror y similares. Algo de todo ello hay en el ambiente en que se mueve el joven Julián (nombre muy conquense, por cierto), un personaje atormentado con acciones nada recomendables y entretenido en el jugoso oficio de diseñar videojuegos, un territorio en el que, como es sabido, hay un amplio espacio para la creatividad de personajes y situaciones variopintas, con tendencia a la violencia o situaciones turbulentas. Un espacio en el que el joven se mueve a sus anchas hasta que aparece Diana, una persona que puede introducir algún cambio en su vida. Mantícora, que estuvo nominada en los últimos premios Goya en cuatro categorías, tiene una duración de 115 minutos y podrá verse dentro de la programación del Cineclub Chaplin, este miércoles, 15 de marzo, en la Sala Cinco de Multicines Odeón Cuenca, a las 17, 19,30 y 22 horas.