Título original: Les beaux gosses. Nacionalidad: Francia. Director: Riad Sattouf (2009).
Productores: Anne-Dominique Toussaint. Guion: Riad Sattouf y Marc Syrigas. Fotografía: Dominique Colin. Diseño de producción: Marie Cheminal. Música: Flairs y Riad Sattouf. Montaje: Virginie Bruant
Actores: Vincent Lacoste (Hervé), Anthony Sonigo (Camel), Alice Trémolière (Aurore), Julie Scheibling (Laura), Valeria Golino, Iréne Jacob
Duración: 85 minutos. Versión original con subtítulos en español. Premio César a la mejor ópera prima
Hervé, un adolescente de 14 años desbordado por sus impulsos, poco agraciado físicamente y medianamente listo vive con su madre. En el colegio va tirando, mal que bien, rodeado de sus buenos amigos. Salir con una chica, eso es lo que ocupa todo su pensamiento. Un día, sin entender muy bien cómo, se entera de que Aurore, una de las chicas más guapas de su clase, está por él.
Otra vez cine de adolescentes, podríamos decir al leer el resumen argumental. Otra vez las mismas cuestiones, el jovenzuelo salido que entretiene sus impulsos sexuales en solitario, sin encontrar la oportunidad de entablar relaciones a dúo. Otra vez… Pues no, este caso es distinto y eso explica el extraordinario éxito de esta película, tan diferente de lo que, ante planteamientos similares, viene generando Hollywood una vez y otra, en esa serie de productos que considera a los adolescentes como estúpidos descerebrados cuya habilidad natural consiste en enlazar una estupidez tras otra.
Riad Sattouf (Paris, 1978), dibujante, guionista, actor y realizador de origen franco-sirio pasó su infancia en varios paises del norte de África (Argelia, Libia y Siria) antes de radicarse en la Bretaña francesa, donde le surgió (con el estímulo de su abuela, que le regalaba cómics) el impulso para orientar su vida hacia el dibujo y la historieta, desarrollándolo a través de la Escuela Pivaut y la de los Gobelinos, en la sección de animación. El editor Guy Delcourt publicó su primera serie, Petit Verglas, iniciando así un largo y fructífero camino en este territorio, en el que pronto dio forma a un estilo muy personal, no exento de toques humorísticos, en algunos casos con evidente acidez. Su producción en este terreno es amplísima, habiendo creado personajes emblemáticos en el comic francés. Desde 2004 publica cada semana en Charlie Hebdo la serie La vie secrète des jeunes, que ya ha sido agrupada en varios volúmenes.
Precisamente su primera película es la versión cinematográfica de su comic Manual del pajillero, editado en España por La Cúpula, en el que razonaba, como en gran parte de su producción dibujada, sobre los problemas naturales (que algunos llaman crisis) que surgen en esa edad confusa e indeterminada entre la niñez y la adolescencia, antes de entrar de pleno en la madurez y lo hace de una forma no solo natural, sino absolutamente divertida, pues él mismo explica que “existe toda una categoría de chicos a los que les cuesta mucho expresar su crisis de adolescencia, que están muy perdidos con el final de la infancia. Se encuentran con que su cuerpo cambia, y no exactamente en el modo que habían imaginado. Sienten un malestar intenso con respecto al mundo exterior”.
A ese mundo, a esas situaciones, se acerca Sattouf con un gran sentido de la complicidad, con observaciones extraídas de la propia naturaleza de las cosas, con palpable originalidad y, desde luego, con desparpajo sorprendente, teniendo en cuenta que los dos jóvenes protagonistas carecían hasta este momento de cualquier experiencia en el cine.