Título original: Win win. Nacionalidad: Estados Unidos. Director: Tom McCarthy (2011). Producción: Mary Jane Skalski, Michael London, Lisa Maria Falcone y Tom McCarthy. Argumento: Tom McCarthy y Joe Tiboni. Guion: Tom McCarthy. Fotografía: Oliver Bokelberg. Diseño de producción: John Paino. Música: Lyle Workman. Montaje: Tom McArdle Actores: Paul Giamatti (Mike Flaherty), Amy Ryan (Jackie Flaherty), Bobby Cannavale (Terry), Jeffrey Tambor (Stephen), Burt Young (Leo), Melanie Lynskey (Cindy), Alex Shaffer (Kyle), Margo Martindale (Eleanor), David Thompson (Stemler). Duración: 106 minutos.
Versión original con subtítulos en español
El desencantado abogado Mike Flaherty, que en su tiempo libre es entrenador de un equipo escolar de lucha libre, descubre a una promesa de este deporte al tiempo que se involucra en un cuestionable negocio para poder mantener a su familia. Precisamente cuando parece que va a conseguir duplicar sus honorarios, aparece la madre del chico, recién salida de rehabilitación y completamente arruinada, amenazando con frustrarlo todo.
Conviene advertir, de entrada, que el cineasta Tom McCarthy (New Jersey, 1969) no tiene nada que ver con el escritor y novelista del mismo nombre. El que aquí interesa es, naturalmente, el hombre que se dedica desde hace muchos años al cine y la TV, aunque solo en fechas recientes ha pasado a la dirección. Su figura ha sido habitual como actor en series bien conocidas: The Practice (El Abogado), Ally McBeal, Spin City y también tiene en su haber apariciones esporádicas en el cine, además de ser el productor ejecutivo de los dos últimos Piratas del Caribe. Antes de todo eso, durante su etapa de estudiante, había asistido a clases en el Boston College donde ayudó a formar un grupo de improvisación cómica titulado My Mathers Flesbag.
Fue en el año 2003 cuando McCarthy dio el paso a la dirección de largometrajes, debutando con Vías cruzadas (proyectada en el Cine-Club el 20-10-2004), a la que siguió The Visitor (2007) y ahora Win Win.
El comentarista Julio Rodríguez Chico señala que McCarthy “es un humanista que nos regala historias hondas y sinceras, y también que nos encontraremos con actores muy bien dirigidos y en perfecta sintonía que nos brindan un fresco social tan cercano como entrañable.
En Win Win (Ganamos todos) Mike Flaherty es un abogado que vive con la soga al cuello para llegar a fin de mes, y también el entrenador de lucha libre de un grupo de chavales que hasta ahora nunca ha ganado nada. En ambos terrenos, Mike es un perdedor, pero no para una esposa y dos hijas a quienes no quiere preocupar y oculta sus picarescas para ganar dinero. Es un hombre feliz, por lo menos hasta que un adolescente llamado Kyle, nieto de un anciano senil del que Mike se ha hecho su tutor legal, entra en su mundo para darle un vuelco.
No hay complicación argumental ni subtramas que distraigan al espectador de lo que McCarthy quiere contar. La sencillez y la transparencia narrativa sirven de vehículo ideal para presentarnos a unos individuos nobles y auténticos, retratados de manera matizada y que no ocultan sus fragilidades, sin ápice de cinismo ni amargura, como tampoco de sentimentalismo dulzón. Son personajes muy bien escritos que huyen del convencionalismo y entre los que se aprecia una extraordinaria química. Si Mike se nos presenta como un buen tipo que, en su continuo fracaso y acuciado por las deudas, tiene un desliz; su amigo Terry representa al inmaduro por excelencia que ha visto roto su matrimonio; el joven Kyle, al hijo que ha crecido sin afecto; y su madre como la ex-drogadicta que también lucha por sobrevivir. Todos tratan de encontrar una salida a la vida, todos piden una segunda oportunidad, y todos quieren ganar como en la lucha libre, eficaz y nada pretenciosa metáfora de la que se sirve McCarthy”. Señalaremos, finalmente, la extraordinaria interpretación de Paul Giamatti, uno de esos magníficos actores de Hollywood capaces de dar credibilidad y valor a cualquier tipo de película
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